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Desdibujos

Hazme un instrumento de tu paz

Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.
Que donde hay odio, siembre amor.
Que donde hay ofensa, yo ponga el perdón.
Que donde hay discordia, yo ponga la unión.
Que donde hay error, yo ponga la verdad.
Que donde hay duda, yo ponga la Fe.
Que donde hay desesperación, yo ponga la esperanza.
Que donde hay tinieblas, yo ponga la luz.
Que donde hay tristeza, yo ponga la alegría.

Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, como consolar,
ser comprendido, como comprender,
ser amado, como amar.

Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna.

(Autoría atribuída a San Francisco de Asís)

Pastos más verdes...

Parece ser una condición sine qua non del hombre contemporáneo el hecho de empeñarse en resaltar lo negativo tanto de su vida como del mundo que lo rodea, dejando relegadas a un triste segundo lugar – si es que no tercero o cuarto – los innumerables elementos valiosos que podemos encontrar en nuestra vida diaria.
Es cosa de detenerse un par de segundos. Enviar los problemas, la celeridad, el apuro agobiante de hacer lo que debemos en vez de lo que queremos. Situación que no nos lleva a otra cosa que ha contaminar nuestros pensamientos, gracias a lo cual lo único que logramos es atraer más asuntos desfavorables a nuestras vidas. Al lugar al que realmente corresponden – lejos de nosotros, enviarlos de la nada a la nada -. Para que nuestra vida comience a dirigirse hacia lo que efectivamente deseamos.
Dios, el Universo o la mente creadora, como quieras llamarlo, nos hizo a su imagen y semejanza. Por lo tanto, si esta es omnisciente, omnipotente, omnipresente, amorosa y abundante, entre otras cosas, pues nosotros – su creación – también lo somos.
Entonces, ¿Qué nos hace falta para lograr la felicidad, la abundancia, una buena salud y una vida plena y feliz? Simplemente cambiar nuestros pensamientos, agradecer al universo por lo que tenemos y pedir lo que necesitamos. Una tarea que parece ser difícil, sin embargo, una vez que se comienza a practicar se transforma en un hábito tan común como respirar.
Puede que en este momento el pasto de al lado realmente sea más verde, pero depende de ti cambiarlo. Riega cada día tus pensamientos con fertilizante de armonía, gratitud y paz. Vuelve una costumbre el darle gracias al Universo cada mañana por el nuevo día que te regala para ser feliz. Y poco a poco verás como este sentimiento va a ir inundando los rincones de tu alma. La vida es ahora, no existe un pasado que pueda perturbarla, sólo están el hoy y la certeza de un futuro mejor, para ti y para tus seres amados. Y así va a ser, el Universo se encarga de que tus deseos se hagan realidad. La abundancia es para todos, no hay límites para conseguir lo que quieres o necesitas más que en tu propia mente.
Verás cómo al cambiar tu manera de ver los acontecimientos, los acontecimientos cambian (Dr. Wayne W. Dyer). Y tu pasto será siempre el más verde, no lo digo yo, te lo dice el universo.

Palabras...

Busco encontrar las palabras exactas para continuar escribiendo lo que siento, lo que veo y lo que pretendo reflejar; sin embargo no logro encontrarme con esa parte de mi que observaba, miraba y plasmaba todas aquellas cosas - coherentes e incoherentes - con que nos topamos en este, nuestro fugaz paso por la vida.
Temo haberme perdido entre el vertiginoso mundo material, de la necesidad y las obligaciones. Del deber enfrentado cara a cara, con el querer, con los sueños y los anhelos. Que poco a poco parecen irse desvaneciendo, entre la nebulosa de lo que vemos convertirse nuestra vida.

No hay mucho más que decir, cuando tienes páginas en blanco repletas de la necesidad de ser completadas, con esas palabras que entrelazadas componen historias. Historias que son poesía, historias que esperan dormidas ser descubiertas por mentes ahora cansadas de soñar con ver despertar sus sueños.

Sin caretas...

Hay veces en las que caminar con la frente en alto, se hace una tarea casi imposible. Temas como el valorarnos, amarnos y respetarnos, parecen ser palabras sin un significado real dentro del lenguaje interior de muchas personas, que viven su vida ocultos, escondidos entre las cuatro paredes de ese refugio al que llaman hogar, único espacio en el cual se sienten con la libertad de ser ellos mismos. Para mí ese refugio es una carcel. Y esa cárcel viene del interior, de los temores que nos limitan, que nos obligan a vivir la vida "pretendiendo ser...lo que los demás (sociedad, familia o amigos) pretenden que seamos", induciendo hacia el fondo de nuestro ser, la verdadera escencia que nos compone, escencia que hace de nosotros seres únicos y especiales.
Este camino, que avanza irreversiblemente hacia el futuro, suele ser empinado y predragoso, cuando lo recorremos con una máscara instalada en nuestro rostro. Una máscara que nos ayuda a fingir y a mostrarnos tal cual el mundo espera que seamos.
Es por esto, que prefiero - aunque a veces parezca aún más dificil - ser tal cual soy, sin caretas, sin sonrisas artificiales, ni lágrimas retenidas. Una mujer simple, sincera y que espera simplemente llegar a ser lo mejor posible.

Escribo una líneas apuradas mientras me tomo unos segundos de reflexión entre la jornada laboral.

A través de mi religión - La Ciencia Cristiana - he aprendido a ver la vida desde su aspecto espiritual. Intento todos los días no situarme en las ideas materiales, que me limitan y debilitan. Sin embargo, a veces, me es dificil, siento que parezco un bicho raro entre los que me rodean. Todos, seres humanos tan hijos de Dios como yo, pero que parecen vivir en la ignorancia - las tinieblas - embelezados por la materialidad y por problemas que - alejados del espíritu - guían sus vidas. No encajo, y me asusta porque, aunque no pretendo sentirme diferente a ellos - ya que no lo soy - hay algo que me distancia de sus ideas y pensamientos y ese algo los aleja de mí.

Me siento aislada, parece que no les gustara o no aceptaran mi forma de ser y la verdad, aún me cuesta asumirlo, entender que mi vida nunca ha sido un encuentro entre ellos y yo, sino que siempre ha sido entre Dios y yo.

Este poema de la madre Teresa de Calcuta me alivia por momentos, me ayuda a levantar la mirada y enfrentar con amor a todos los que intentan influír negativamente en mi vida y mis acciones.

DE TODOS MODOS

A menudo los demás son irrazonables, ilógicos y egoístas,

perdónales, de todos modos.

Si eres bondadoso, quizá los demás te acusen de tener motivos egoistas,

sé bondadoso de todos modos.

Si tienes éxito, te ganarás algunos falsos amigos y algunos verdaderos enemigos.

Ten éxito de todos modos.

Si eres honrado y franco, los demás puede que te engañen,

sé honrado y franco de todos modos.

Lo que tardas años en construir, alguien lo puede destruir de la noche a la mañana.

Construye de todos modos.

Si hallas la serenidad y la felicidad, puede que los demás sientan celos,

sé feliz de todos modos.

El bien que haces hoy, a menudo los demás lo olvidarán mañana.

haz el bien de todos modos.

Da al mundo lo mejor que tienes, y quizás nunca será suficiente,

da al mundo lo mejor que tienes de todos modos.

Al final, todo es entre tú y Dios, nunca ha sido entre tú y ellos,

de todos modos.

-.Madre Teresa de Calcuta.-

Táctica y estrategia.

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple

mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.

Mario Benedetti.

Ser el Cielo...

He estado un poco floja ultimamente. Encontrar la inspiración se me ha vuelto algo difícil. Necesito tiempo, tiempo para mí, para sentarme frente al computador y desahogarme, extirpar de mi interior esas cosas que me oprimen, que me tienen con una sensación de ahogo en el pecho, que bloquean mi mente hasta nublar mis pensamientos y decolorar mi mirada.

Quiero escribir historias alegres, contar que la novela que tanto tiempo me ha llevado escribir está casi terminada. Sin embargo, el tiempo se pasa raudo ante mis ojos. El agotamiento está superando mis intenciones y relegando mis sueños ante responsabilidades que me agobian.

Los años se burlan de mi mirada asustada, que refleja un alma que se niega a crecer. No por evitar responsabilidades, sino por el temor de perder el alma joven de esa niña soñadora que creía poder alcanzar el cielo de un brinco. De esa niña que no se conformaba con ser un águila que vuela libre por los cielos, sino que quería ser el cielo.

Dr. Wayne W. Dyer

El doctor Wayne W. Dyer, nació el 10 de marzo de 1940 en Detroit, Michigan. Es un connotado escritor de libros de autoayuda, psicoterapeuta y doctor en psicología, además ha enseñado a muchos niveles, desde escuelas preparatorias hasta universidades. Además es co-autor de tres libros de texto, colabora con muchos periódicos y da conferencias en todo el territorio estadounidense. También, aparece regularmente en programas de TV y radio. Su inspiración fue la rama de la llamada Psicología humanista, la cual, pretendía ser el 4º paradigma, después del Psicoanálisis, la Psicología conductista y la Psicología cognitiva.


Para Wayne W. Dyer, el ser humano no tiene límites, sus capacidades son infinitas y sus limitaciones son un mero producto de sus propios pensamientos.

Hablar de Dyer, es hablar de un hombre que a través de un extenso recorrido por la vida, logró superar sus propias límitaciones, conectándose con su yo espiritual. Como El expresa, para mí, en uno de sus mejores libros Tus zonas mágicas:

"Yo he visto en mi propia vida el camino que lleva a la realidad mágica y he dedicado gran atención a detallar lo que creo son los ingredientes escenciales para la creación de una vida llena de milagros. He ido más allá del creer en los milagros para llegar a algo que llamo conocimiento (...) Puedes aprender a ir mucho más allá de las creencias y los objetivos, hasta un nuevo lugar dentro de ti mismo que es el lugar del conocimiento. Es en este territorio de tu mente donde se producen los milagros".

Obras:

  • Tus Zonas Erróneas
  • Tus Zonas Mágicas
  • El Cielo es el Límite
  • Evite ser utilizado
  • La Felicidad de nuestros Hijos
  • Construye tu destino
  • Tus Zonas Sagradas
  • La Fuerza de Creer
  • Camino de la Perfección
  • El Poder de la Intención
  • Los regalos de Eykis
  • La Sabiduria de Todos Los Tiempos

Algunas de sus frases:

  • "Cuando bailas, tu objetivo no es ir a un lugar determinado de la pista. Es disfrutar cada paso del camino."
  • "Somos aquello en lo que creemos."
  • "Toda regla tiene su excepción, incluso ésta".
  • "La esencia de la grandeza radica en la capacidad de optar por la propia realización personal en circunstancias en que otras personas optan por la locura."
  • "¡Sientes lo que piensas!."

Según el ojo con que se mire...

Parece ser una condición sine qua non del hombre contemporáneo el hecho de empeñarse en resaltar lo negativo tanto de su vida como del mundo que lo rodea, dejando relegadas a un triste segundo lugar – si es que no tercero o cuarto – los innumerables elementos valiosos que podemos encontrar en nuestra vida diaria.

Es cosa de detenerse un par de segundos. Enviar los problemas, la celeridad, el apuro agobiante de hacer lo que debemos en vez de lo que queremos, - situación que no nos lleva a otra cosa más que ha contaminar nuestros pensamientos, gracias a lo cual, lo único que logramos es atraer más asuntos desfavorables a nuestras vidas -, Al lugar al que realmente corresponden, lejos de nosotros, enviarlos de la nada a la nada -. Para que nuestra existencia comience a dirigirse hacia lo que efectivamente deseamos.

Dios, el Universo o la mente creadora, como quieras llamarlo, nos hizo a su imagen y semejanza. Por lo tanto, si esta es omnisciente, omnipotente, omnipresente, amorosa y abundante, entre otras cosas, pues nosotros – su creación – también lo somos. Entonces, ¿Qué nos hace falta para lograr la felicidad, la abundancia, una buena salud y una vida plena y feliz? Simplemente cambiar nuestros pensamientos, agradecer al universo por lo que tenemos y pedir lo que necesitamos. Una tarea que parece ser difícil cuando estamos inhundados de preocupaciones, sin embargo, una vez que se comienza a practicar se transforma en un hábito tan común como respirar.

Puede que en este momento el pasto de al lado realmente se presente más verde ante tus ojos, sin embargo, depende de ti cambiarlo. Riega cada día tus pensamientos con fertilizante de armonía, gratitud y paz. Vuelve una costumbre el darle gracias al Universo cada mañana por el nuevo día que te regala para ser feliz. Y poco a poco verás como este sentimiento va a ir inundando los rincones de tu alma.

La vida es ahora, no existe un pasado que pueda perturbarla, sólo están el hoy y la certeza de un futuro mejor, para ti y para tus seres amados. Y así va a ser, el Universo se encarga de que tus deseos se hagan realidad. La abundancia es para todos, no hay límites para conseguir lo que quieres o necesitas más que en tu propia mente.

Verás cómo al cambiar tu manera de ver los acontecimientos, los acontecimientos cambian (Dr. Wayne W. Dyer), y tu pasto será siempre el más verde, no lo digo yo, te lo dice el universo.

Los dolores del alma

No hay forma de decir adiós, no existe un modo de borrar los recuerdos para evitar la agonía interminable de la despedida. No hay forma de prepararse para olvidar a un ser querido, a una persona que amamos, por más que pretendamos alejarnos del dolor, poner una barrera en nuestro corazón para continuar nuestro camino lo mejor posible, el dolor de la pérdida nos persigue, hasta hacerse costumbre, conseguir que nos resignemos a vivir con la pena eterna de no poder volver a besarlos en la mejilla, a regalarles una caricia furtiva entre el ajetreo inicuo de nuestra vida diaria.

Cuando la muerte llega, se nos para al frente con una sonrisa burlesca, obligándonos a hacer una minuciosa revisión de nuestra vida, a darnos cuenta de la cantidad interminable de errores que hemos cometidos y una nueva tristeza envuelve nuestros corazones. Ahora debemos intentar de alguna forma cambiar, remediar nuestros errores y seguir adelante con los restos de vida que nos van quedando. Recogemos nuestra alma en trozos y continuamos nuestro camino.

Tiempo después, la desesperación, la angustia y la tristeza parecen haberse ido, hasta que cualquier cosa nos recuerda que extrañamos a alguien, que nuestro corazón se rompió en pedacitos en un instante. Que perdimos ese minuto de nuestras vidas y que no lo vamos a recuperar. Nuevamente continuamos nuestro camino adormecidos para no sentir. Una y otra vez tratamos de aferrarnos a lo que nos queda, para sobrevivir entre los dolores del alma.

El pesar como bendicion

“ Vi al pesar beber una tasa de tristeza y decir : Qué dulce es su sabor, ¿verdad?..Me has descubierto –dijo el pesar- Y has arruinado mi negocio, ¿ cómo voy a vender la tristeza, ahora que sabes es una bendición?

Yalad ud-Din Rumi
(1.207- 1.273)

Existen experiencias en la vida, tan dolorosas y traumatizantes que el olvido parece, simplemente imposible, y quizás sólo con la muerte, consigamos abrir la puerta para acceder a esta maravillosa posibilidad. Pero al mismo tiempo, debemos reconocer - a menos que nos hayamos quedadas estancadas en la autocompasión -, que hemos aprendido más de algo, de alguna forma casi misteriosa y al mismo tiempo fantástica o mágica, a través  del dolor intenso, hemos viajado hacia adentro de nosotras mismas. Gracias al dolor hemos adquirido el boleto, que por los deberes de nuestra vida cotidiana, la maternidad,  el marido, el trabajo y el intenso deseo de estar siempre prestas a hacer felices a nuestros seres queridos y  por supuesto a satisfacer las necesidades de todos - dentro de nuestras posibilidades - nos olvidamos de las nuestras. Razón por la cual, nos tomó tanto tiempo, adquirir el boleto hacia nosotras mismas.  Hurgando en nuestro interior, hemos pasado del sufrimiento a la rabia, de la rabia a la autocompasión, luego un poco más imparciales, viene el mea-culpa con ese tremendo peso que apenas podemos soportar, inexorablemente la fe se reduce al mínimo, nos preguntamos donde estaba Dios en esos momentos, para guiarnos, para otorgarnos una señal,  para salvarnos incluso de nosotras mismas. Por primera vez, nos damos cuenta que odiamos el libre albedrío, que aunque nos fue otorgado tan generosamente, hubiéramos preferido jamás tenerlo. Nos volvemos a perder, sintiéndonos desoladas y  en la más absoluta orfandad,...Y el pesar nos cubre por enteras dejándonos en tinieblas otro tiempo más. Pero el viaje continúa, y de pronto el amor infinito, nos despierta a otra realidad, pero está vez sin juzgarnos, comenzamos a analizar, a adquirir un nuevo conocimiento… Al  retroceder  en el tiempo en un intento por recordar cuales eran nuestros verdaderos deseos, nuestros anhelos, nuestra vocación, intentamos desesperadamente descubrir en cual esquina de la vida, nos quedamos varadas y nos preguntamos por que lo permitimos y como si hubiéramos descubierto la luz, comprendemos que el factor predominante de muchas de nuestras desgracias, fue nuestra baja autoestima. Sólo después de este nuevo conocimiento, descubrimos que lo invisible e infinito, nos renueva las fuerzas, para volver a comenzar, para reconstruirnos, hacernos cariño, reconocernos y reencontrarnos, por lo que viajamos mucho más seguido hacia nuestro interior y lo más asombroso, ahora que nos hemos vuelto un poco  más sabias, es que por un lado sin saber como, hemos transmutado la inseguridad, por la seguridad y certeza absoluta, de que jamás volveremos a repetir y sufrir, la misma experiencia, por lo que con una confianza renovada decidimos volver a levantarnos. Y nos damos cuenta que ya no necesitamos elevar nuestra vista hacia el cielo, mientras murmuramos una plegaria, ya que hemos descubierto que Dios aloja dentro de nosotras, desde siempre y en todo momento. 
Después de todo el pesar si era una bendición….

Il novo Art...Made in Chile

Con la celeridad del mundo contemporáneo, con los constantes avatares de la vida diaria y la lucha, a veces inescrupulosa, por sobrevivir. El tiempo se nos pasa inadvertido, convertido en una fracción de segundo que nos limita a no ver más allá de nuestras narices, que nos convierte en seres preocupados en vez de ocupados, que nos aleja de la realidad panorámica en la que convivimos diariamente no sólo con nuestros pares, sino que también, con un universo que; al igual que nosotros esta en constante movimiento.

Sin embargo, dentro de este mundo ensimismado en la economía de mercado, el "famoso" consumismo. Y todo resumido en el término para nadie desconocido capitalismo. Podemos encontrar aquellos, seres especiales, iluminados, capaces de detener esa fracción de segundo y capturarla en sus obras de arte, convirtiendo todo ese ritmo despiadado en una calma, a veces vertiginosa, que nos deja plasmado un trozo de la historia, "de nuestra historia", aquella que queramos o no, nos guste o  no, refleja de una u otra manera lo que somos, para algunos con un sentimiento de autorreconocimiento y para otros quizás simplemente como un espejo de nuestra sociedad.

Lo que propongo es que, observemos, a través de aquellos nuevos artistas, en qué estamos - por así decirlo -, los chilenos, qué tan identificados nos encontramos con nuestras raíces o si simplemente todas estas corrientes vanguardistas de artistas nacionales son un reflejo de lo que pasa en el mundo. Y si es así, ¿somos los Chilenos poco nacionalistas?, ¿nos encontramos en un período de planicie histórica? o es que simplemente nos consumió el capitalismo y la cultura spanglish a tal nivel que derrumbó en cierta forma las ideas originales de los artistas al rededor del mundo convirtiendo toda la cultura en una gran "cultura de masas" aplicable y entendible por cualquier ciudadano de cualquier país del mundo, opacando las formas y los estilos autóctonos.

Todo esto  no tiene que ver con pensar en la idea mundana de enclaustrar el arte de cada País en su lugar de origen sin dejarla salir al mundo, sino que todo lo contrario, que el mundo conozca a través de la primera expresión de la historia Universal, "el arte"  la realidad de cada país. Así como la pintura rupestre ha podido enseñarnos algo a cerca de la vida del hombre prehistórico y sus lugares de origen, la idea debiera ser que el arte contemporaneo deje plasmado en sus distintas versiones la realidad del mundo actual, los diferentes lugares geográficos y sus increíbles personajes del diario vivir.

De Las enseñanzas del Maestro

"La única condición que necesitamos para abolir nuestras limitaciones materiales y alcanzar la vida espiritual, reside en aceptar que a la vida le da calidez el espíritu de Dios (…) Hemos sido dotados de un sentido espiritual que nos hace percibir el gozo de la presencia de Dios. Pero la influencia de la irreverencia y el pecado matan aquel sentido antes de que seamos capaces no ya de ver más allá del mundo material sino incluso antes de ver más allá de nosotros mismos".

Sadhu Sundar Singh

Hace algunos días hice un descubrimiento que cambió mi vida de una forma tan impresionante y veloz que aún me cuesta dimensionar. Buscando en internet el Bhagavad Gita - uno de los más trascendentes textos espirituales escritos en la historia de la humanidad-, me topé con "Las enseñanzas del maestro", un maravilloso libro que, con un lenguaje simple pero consistente, devela una a una las grandes interrogantes a cerca de Dios, la verdad, la vida, la muerte y el hombre con su unión y separación de esa fuerza invisible e infinita a la cual - en occidente - llamamos Dios.

Las enseñanzas del maestro, llegaron a mi vida cuando más las necesitaba, me encontraba perdida y desorientada, envuelta entre la autocompasión y la duda acerca de todo en lo que creía. Estaba completamente ajena a mi Padre, Madre Dios y su amor infinito. En una de esas etapas en las cuales, como dice la parábola: al ver nuestras huellas en la arena nos dirigimos a Dios sólo para preguntarle ¿por qué nos ha abandonado?. En ese intervalo exacto, cuando estás al borde del abismo, fue cuando ese maravilloso libro apareció ante mis ojos añorantes de verdad y amor, para demostrarme que, aquellas huellas que veía en la arena no eran mías, sino que eran de Dios, que me cargaba en sus brazos.

Las lágrimas recorrieron mis mejillas mientras avanzaba en la lectura, humedeciendo mi rostro y saciando poco a poco aquella sed infinita que sólo la verdad y el amor de Dios pueden saciar. Mientras consumía cada página con el apuro de quién recibe una botella de agua tras días sin beber líquido alguno, comprendí que estuve toda mi vida creyendo que creía, profesando fe sin fe, amando sin saber amar por las tantas heridas que con o sin intención provoqué a quienes me rodean y a mi misma.

Comprendí que no puedo avanzar hacia el conocimiento del espíritu si retrocedo con cada furia, con cada reclamo o falta de comprensión hacia quienes me rodean, hacia mi misma y sobre todo hacia Dios. Comprendí también que cada situación y cada persona con que nos cruzamos están ahí por algo, que quizás -en ese preciso instante no podemos comprender- pero qué, están ahí por nosotros y para nosotros: El sufrimiento es desagradable al primer contacto, pero aquellos que lo aceptan por causa de Dios, dentro de él encuentran la delicia de la paz espiritual. No conseguimos una victoria real escapando del dolor, sino más bien descubriendo la gracia de cambiar el dolor en alivio, cambiar la muerte en vida, el mal en bien.

Comprendí además que el mal, el sufrimiento, el hambre y la crueldad, no son más que una realidad creada por nosotros, los seres humanos incapaces en gran medida de ver y reconocer el amor de la fuente que todo lo creó, incapaces casi totalmente de comprender el dulce sabor de la tristeza que trae consigo un nuevo aprendizaje. Y es que, "en primer lugar, Dios se encarnó para liberarnos del ciclo de pecado y muerte y revelarnos así su generosidad sin límites, para enseñarnos una forma de amar que de otra forma nos hubiese resultado desconocida. En segundo lugar, desde que hemos probado la amargura y las inevitables consecuencias del pecado, nos deleitamos en librarnos de sus ataduras, del mismo modo que la dulzura de la miel nos resulta tanto más placentera después de haber probado la amargura. En interminable unidad con Dios, somos libres para servirle con reverencia y obediencia".

Ahora depende de nosotros dejarnos llevar por esa realidad finita creada por nuestras mentes o acercarnos al amor infinito de un Dios que lo único que desea es mantenernos aferrados a su manto, rebosantes de su amor. El sabe que "Nosotros, también, nos hemos precipitado desde lo alto de la montaña de la virtud y yacemos rotos y heridos por el pecado, con nuestra vida desvaneciéndose. Pero si nos volvemos hacia el Maestro, nos dará libremente su sangre espiritual para que podamos ser salvados de la muerte y volvamos a la vida. En verdad os digo que el Maestro viene a nosotros con este propósito"

Que cada día de sus vidas este lleno de bendiciones y rebosante del amor de Dios. Los quiero a todos.